La oscilación de temperaturas a lo largo del ciclo de cultivo puede condicionar el resultado final de una campaña agrícola, mermando la calidad y la cantidad de la producción. Una helada tardía puede crear daños de diferente magnitud dependiendo de diferentes factores:
– Fase fenológica en la que se encuentra la planta (parada invernal, brotación, floración, etc.)
– Especie o variedad de cultivo.
– Estado nutricional: una mayor presencia de Nitrógeno en la savia bruta conduce a una mayor sensibilidad a estrés térmico.
– La persistencia de temperaturas bajas durante un período largo de tiempo expone al cultivo a un mayor daño y una mayor dificultad de reparación del mismo. El daño, en la práctica, consiste en la muerte de tejidos causada por el colapso de las células tras la exposición a temperaturas externas durante un período bastante largo, que varía según los órganos afectados (yemas, brotes, flores e inflorescencias y frutos).
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